Ninguna gloria es eterna, ni en los brazos regalados del sistema imperante. Fue lo que vivió Ricardo Lagos Escobar, mientras gobernó el país en los inicios de la centuria que vivimos.
Fue el gran gestor de la decepción de millones de ciudadanos chilenos que abrigaron alguna esperanza de vivir días mejores.En verdad ninguno de los 4 gobiernos post dictadura se ha aproximado a esos enhelos de justicia social.
Su mandato concluyó con el beneplácito de los sectores empresariales más acaudalados del país. Y ¿ Cómo no ?. Sus políticas se arrimaron a esos cobijos.
Hoy la esperanza de que el señor Lagos regresara a palacio era de esos mis sectores financieros.
Tener astucia no es lo mismo que ser inteligente. Y ser culto es superior a esas dos categorías.
Como un avezado maniobrero político jugó cartas hasta antes de la decisión de abandonar sus aspiraciones. Asesores y corifeos le crearon distintos escenarios.
En un momento, en medio de la zafacoca electorera que el sector político del país vive, se vio perdido. Entonces arrió banderas.
Es un precedente para otros que se vienen......
Se puede mentir una vez, pero no toda la vida. Se puede tropezar una y dos veces con la misma piedra,pero no todas las veces.
De su gestión como pretérito gobernante hay muchas pruebas al canto, el país lo sabe. Tan solo una, EFE, y otros desfalcos. Su descrédito es la impronta de su gobierno.
La ciudanía tendrá que despertar alguna vez.
A cuidar, a estar vigilantes que, como dice el verso de un canto popular, se vienen " nuevos negreros ".
Carlos Poblete Avila
Profesor de Estado
Ex dirigente nacional/internacional docente
viernes, 19 de diciembre de 2008
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