viernes, 17 de mayo de 2013
SEREMÍA DE BIENES NACIONALES DE ARICA SIGUE EL CAMINO DE PINOCHET
Por José G. Martínez Fernández.
La Seremía de Bienes Nacionales de Arica acaba de publicar en un diario de la ciudad avisos sobre nuevas entregas, gratuitas, de propiedades a quienes han ocupado un terreno u otro bien raíz por cinco, o más o menos años, sin haber pagado un peso.
Está bien que el Fisco regale lo suyo, pero no lo de particulares.
Esa infamia nace con el sátrapa de Pinochet con un famoso Decreto Ley que dictó en 1979.
El fin primero del mismo fue favorecer a los vagos que pululaban como sapos, serpientes y otros bichos que se apoderaban así de bienes de terceros.
Todas esas bestias eran los soplones de la dictadura y, por ende, los responsables de que muchos chilenos fueran a parar a la cárcel y otros tantos fueran, incluso, asesinados.
Suárez, quien fuera ministro de Allende, fue una víctima de ese Decreto.
Habiendo teniendo que partir de Chile para no ser asesinado dejó su propiedad abandonada en Santiago.
De regreso a esta vil democracia, muchos años más tarde, y muerto el socialista, su hija se encontró con la sorpresa que la propiedad había sido entregada -con papeles en el Conservador- a un tercero.
Esa mujer inició una gran batalla para recuperar lo que había sido de su padre. Parece que lo consiguió.
Aquí en Arica el fenómeno se dio mucho en Villa Frontera -ex Gallinazos-, en los años finales de la década del sesenta y comienzos del setenta, donde varias personas habían obtenido parcelas de una héctarea, por obra y gracia de los jefes del servicio público encargado de los terrenos fiscales en la ciudad.
Aunque la operación no fue nada de santa...al menos los terrenos no eran de particulares, sino del Estado de Chile.
Producido el Golpe del 73 muchos propietarios de esas parcelas partieron al exilio.
Vuelta la democracia tutelada, al regresar al país, muchos se encontraron que unos vámpiros vestidos de uniformes de diversos colores y unos cuantos miembros de la derecha dura eran los nuevos dueños de los terrenos. Estos hombres habían allí construido casas.
Llegando hasta el Conservador los exiliados se encontraban que realmente sus propiedades estaban a nombre de terceros.
Iniciaron una lucha legal para obtener la devolución de lo que les pertenecía.
Larga lucha.
Varios lograron éxito.
Todos ellos, señores, eran víctimas del Decreto del esbirro Pinochet.
Él había mandado a robar lo que los exiliados habían conseguido... terrenos que eran del Estado y no de particulares.
Aún hoy sigue vivo el famoso decretillo y se ha seguido aplicando...durante los cuatro gobiernos de la Desconcertación y el de Piraña...
JAMÁS LA CONCERTACIÓN y la DERECHA han solucionado este problema en el Congreso eliminando este Decreto que hace andar la maquinaria mafiosa del Ministerio de Bienes Nacionales de Chile.
Han hecho mutis por el foro.
Aquí, pareciera, habría que aplicar la vieja Ley del Oeste americano...cuidar su terreno o casa con un fusil.
Ahora la Seremía de Bienes Nacionales de Arica, pagando un largo y costoso aviso en un diario local, anuncia, oh estrella, que va a sanear otras propiedades.
En otras palabras que va a regalar a unos lo que roba a otros.
Un regalo del Estado para algunos que los de Bienes Nacionales esperan depositen su voto en el nombre del candidato oficial en junio primero y en noviembre después. Y en diciembre, al final, si hay segunda vuelta.
Para ese circo están listos ellos y los de la Desconcertación.
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