sábado, 1 de noviembre de 2008

LAS TIERRAS ROBADAS QUE LA CONCERTACIÓN NO SE ATREVE A RECUPERAR

Augusto Pinochet no sólo marca la historia de Chile a través de la persecución, el crimen, las faltas de todas las libertades, sus robos individuales y los robos para sus cercanos, aquellos mismos que hoy le dan la espalda.
Aparte de esos robos individuales de don Augusto, están los grandes robos que hizo para beneficio de las Fuerzas Armadas. Estos, fundamentalmente, consisten en millones de hectáreas que el dictador pasó a manos de Carabineros, la FACH, la Armada y, en especial, al Ejército y a miles de sus funcionarios.
Esas tierras eran del Fisco: es decir de todos los chilenos. Las manejaba el MINISTERIO DE BIENES NACIONALES y éstas entregas se hicieron fundamentalmente cuando era Ministro el General de Carabineros René Peri, un escritor de no muy alto vuelo.
Sólo un ejemplo importante. Al salir de Arica, hacia el sur, todo el lado derecho, pegado a la carretera, es propiedad del Ejército, con el consabido letrero que dice: “Prohibido Pasar: Recinto Militar”. Esa franja tiene varios kilómetros y suman miles de hectáreas.
En muchos lugares de Chile ocurrió lo mismo, incluso con uniformados y particulares. Sé incluso de un Carabinero de baja graduación que obtuvo de “regalo” más de 700 (setecientas hectáreas) en la Isla Magdalena, hecho que se repite con muchos otros uniformados que obtuvieron iguales beneficios gracias a la “mano bondadosa” de Pinochet.
Sumadas las tierras obsequiadas a las Fuerzas Armadas y a algunos miembros de ellas, éstas, decíamos, llegan a millones de hectáreas.
Pocas de esas tierras han vuelto a manos del FISCO.
El decreto de “saneamiento” dictado por el dictador en 1979 no es, en esos casos, aplicado por los Gobiernos de la Concertación. Coludidos estos con los de la Alianza no han presentado JAMÁS un proyecto para que esos bienes de todos los chilenos vuelvan a ellos, porque esas tierras no fueron compradas, fueron obtenidas por los malditos decretos pinocheteros.
Los legisladores de ambos bandos jamás han planteado este asunto. Los presidentes de Chile (1990-2008) tampoco lo han hecho y los Ministros de Bienes Nacionales han hecho mutis por el foro.
Éste –el mayor robo hecho a Chile junto con la privatización de grandes empresas estatales- jamás han sido puestos en tela de juicio por los “representantes demócratas” en el Congreso.
¿Cobardía o simple complicidad en esta acción tan vil?
Lo cierto es que en manos de las Fuerzas Armadas chilenas y en la de muchos que fueron sus miembros quedaron millones de hectáreas.
Robo a Chile que la cobardía de un gobierno no ha podido o no ha querido tocar. O que los compromisos tipo Frei-Pinochet por el caso de los “pinocheques” hacen intocables.
BIENES NACIONALES debiera enviar al Congreso un proyecto de devolución de esas tierras, para que vuelvan a ser de todos los chilenos y no sólo de las Fuerzas Armadas y de algunos particulares.
Es singular el hecho que dicho Ministerio deje pasar este caso, ya que aquí no se trata de la pérdida de cien mil hectáreas, sino que de millones de ellas.
Podría la Ministra, el Subsecretario y los Seremis de Bienes Nacionales aplicar el mismo decreto de “saneamiento” -creado por el dictador- para que esas tierras sean recuperadas.

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