Existió un miembro menor de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) que denunció actos de corrupción en la FACH con documentos en mano. Ante eso fue detenido, torturado y privado de libertad en las mismas mazmorras de la FACH. Luego fue considerado enajenado mental para internarle y no validar sus denuncias. Cuando salió en libertad, se querelló.
La Presidenta Michelle Bachelet, a través de su aparato jurídico -para evitar el escándalo que significaba que la FACH en "época de democracia" apareciera como en dictadura- acordó con los abogados del ex militar una alta suma compensatoria.
Eso permitió el silencio que hoy reina sobre el hecho.
La Sra. Bachelet es un ente de corrupción más en el podrido aparato gubernamental que nos gobierna y que no es más que la continuación del sistema fascistoide que nos rigió.
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