SCHMIDT, LEAL, VILLANUEVA, MILLÁN, BEROÍZA -LA PANDILLA DE LOS ARREGLOS- GUARDAN SILENCIO

Son cinco buitres. Cinco sujetos que ostentan cargos públicos. Son cinco que se amamantan del sufrimiento de nuestro pueblo.
Todos ellos han hecho un acuerdo de silencio frente a la usurpación de dos casas que viví en Llanquihue.
Todos ellos serán denunciados de una u otra forma.
La Ministra de Bienes Nacionales no puede seguir en su puesto. Está trabajando con las reglas de Pinochet. Su actuación, en casos similares a los míos, es igual a la que usaba el nazismo: robaba cuánta propiedad estaba tomada por repugnantes mafiosos y cuanta propiedad estaba desocupada. Así se hizo con los judíos. Así se les quitó tantas cosas y esta mujer viene a hacer la misma política bajo el régimen de Bachelet.
¿Cómo es posible que la Presidenta tenga en un Ministerio a una mujer que actúa igual que las nazis?
Y su marido, Antonio Leal, diputado PPD, no debiera seguir en ese partido. Su partido debiera expulsarlo y debe hacerlo porque él sabe esta historia y está avalando la actuacion de su mujer.
Que los electores de Leal sepan que tipo de sujeto es y no voten por él.
No lo hagan. No avalen el mal, la aceptación del robo, no amigos. No voten por él.

El tal Claudio Villanueva, Seremi de Bienes Nacionales de Puerto Montt, es un individuo que tiene que responder junto a la empresa contratista que realizó este gran acto delictual.
Y J. Millán debe responder de porqué ha guardado silencio.
Y Mireya Beroíza debe señalar porqué ha avalado la conducta de los dos anteriores.
Este problema avanza, pero mejora para mí.
Yo,lo dije desde un principio, no voy a descansar.

Si Bachelet no remueve a la Ministra del Ministerio Mafioso, si nadie de los citados es sacado de sus puestos...entonces, señora Presidente, aténgase a las consecuencias.

Todo Chile sabrá más de su responsabilidad en la desaparición de decenas de jóvenes socialistas.
Nada me callará.
Ni las amenazas, ni las llamadas hostigosas y cortadas.
Esta denuncia ya la conocen decenas de miles de habitantes de Chile.
Esta denuncia la conocen miles de personas -chilenos y extranjeros- que viven dentro y fuera de nuestras fronteras.